Y un día, la Jabulani se detuvo... (por Garruca)

No hicimos comentario alguno sobre la gesta mundialista. Hoy a unos cuantos días de la final, hicimos un listín de lo que nos dejó la primera copa brindada en tierra africana.

-La Jabulani... La pelota hizo un solo amigo, su nombre es Diego Forlán. Fue el único que en sus días en Sudáfrica aprendió a pegarle al balón oficial y lo demostró haciendo goles de distinta factura (alguno de tiro libre, raro en esta copa) y pases precisos para dejar a sus compañeros de cara al arco contrario. Un merecido ganador del premio al mejor jugador.

-Las vuvuzelas... Reinaron en cada partido y molestaron bastante, respeto las costumbres de cada cultura pero si una de esas costumbres interfiere con el buen desarrollo del juego, habría que pensarlo. Sino en futuras copas podemos ir imaginando, en la de 2014 una scola do samba tocando a todo vapor para brindar su apoyo al equipo brasilero y si la copa de 2018 fuese en inglaterra, Iron Maiden y a todo metal con doble bombo y todo. ¿Te parece? No sé...

-Los arbitrajes... Fueron vergonzosos en muchos casos: desde el gol de Lampard, mal invalidado (lo vió hasta Mr. Magoo), pasando por el offside de Carlitos en el primer gol de Argentina contra México y llegando a la final, donde el árbitro Webb debería haber expulsado a Van Persie a los 15' ya que sin delantal ni bisturí operó del tobillo a Capdevilla y después ni hablar de la patada (digna de un contendiente de Sipalki) que De Jong le dio a Alonso en el pecho y largos etcéteras. Esta copa se caracterizó también por groseros errores arbitrales.

-La temprana eliminación de Francia... Envuelta en escándalos la selección gala se retiró en primera fase y sorprendió a varios, aunque otros tantos no lo tenían como un firme candidato a ganar la copa. Lo sentí mucho por Ribery que es un verdadero crack, pero en este equipo no solo ya no estaba Zidane, sino que el tonto de Domenech no lo llevó a Trezeguet. ¿Qué querés? ¡Así es imposible! ¡Andá a hablar con Aschira, Domené!

 -La despedida de la selección Argentina... Otra vez en cuartos y por un 4-0 contundente frente a Alemania, dejó mucha tela para retacear (quería usar esta palabra). Ese sábado fue tan gris y tan difícil de remontar, que hice todo lo posible para olvidarme del nefasto partido. Por la noche con amigos, intentaba hablar de otro tema y los nombres como dardos zumbaban dentro de mi cabeza como vuvuzelas furiosas: Schweinsteiger, Klose, Lham... ¡ah! ¡Basstaaa! Temí por mi salud mental, (que empeorara, claro). Ya estamos pensando en la Copa América 2011 y en las eliminatorias para el mundial de Brasil 2014.

-Gran desempeño de la selección Celeste... Nadie los tenía como favoritos, de hecho llegaron ganando el repechaje contra Costa Rica, pero fueron construyendo partido por partido una buena performance. Muchos decían: -La selección uruguaya es Forlán y diez más. Le cerraron la boca a esos y a otros tantos, demostrando que eran más que eso, nunca jugaron a no jugar, y si bien fueron un equipo aguerrido (como todo equipo uruguayo) no cometieron faltas excesivas. Siempre fueron pa'lante jugando al fúbol y eso es lo más rescatable. En lo personal, aunque el equipo tuvo un rendimiento muy parejo, me quedo con este cuadro de figuras de la Celeste: Forlán, claro referente, goleador y ariete de este equipo, Diego "ruso" Pérez el espartano, Suárez porque también ataja, Fucile un impasable y Lugano un verdadero patrón en su área y un molesto cabeceador a la hora de ir a buscar un centro en el área contraria. ¡Vamo' arriba! ¡Que no ni no!

-No me olvido de Ghana... Otra vez llega a cuartos de final de una copa y jugando bien al fútbol. Le falta más definición, pero tiene potencia y un buen trato del balón. Lo de Gyan en el penal contra Uruguay fue un error importante, que tal vez borronea un poco todo lo bueno que hizo durante el partido y eso es injusto, ya que el equipo africano había hecho un buen partido. Desde el sur del sur va nuestro saludo a la escuadra de Ghana que despierta simpatía y respeto. Sigan así pero también practiquen más tiros al arco.

-España fue un justo campeón y en lo personal no me sorprende. Después de haber perdido ese partido con Suiza, en el que no jugó para nada mal, fue poco a poco abriéndose paso. Jugando cada partido de acuerdo al rival que tenía enfrente y sin cambiar su estilo. Un estilo que muchos critican y que es verdad, no es muy vistoso y no se caracteriza por ser muy goleador, pero más que efectivo. Es el estilo de este equipo y de Del Bosque, equidistante del cadenaccio italiano y del jogo bonito brasilero. Yo los aplaudo, ganaron con un fútbol sin especulaciones, y con grandes jugadores. ¡Enhorabuena, chavalines! ¡Habéis ganao una copa cojonuda!

-La final fue un embole... (hay que decirlo) Tuvo esa tensión característica de una final pero le faltaron emociones. Los holandeses se cansaron de pegar patadas y España no pudo desarrollar su juego que si bien no es de generar demasiadas situaciones en el área contraria, no logró coronar esos "compendios" de pases varios con algún gol previo al de Iniesta. Aunque España no haya jugado un fútbol muy vistoso, dominó en gran parte de los ciento veinte minutos, salvo ese mano a mano de Robben después de ese gran pase de Snajder, Holanda no llegó con claridad al arco de Casillas. Y para mi, como digo más arriba estuvo todo demasiado condicionado al mal arbitraje del inglés Webb, se lo notó un poquito inseguro (diría Tangalanga) y eso genera dudas y potencia aún más el nerviosismo de los jugadores. La verdad, yo quería que gane España y que no fueran a penales, por suerte se dió. Pero sufrí mucho, si Holanda hacía un gol... olvidate!

Picos de emoción personal en la copa, en este orden:

-La entrada de Martin Palermo en el partido contra Grecia.

-El gol de Martin Palermo contra Grecia.

-El partido Uruguay-Ghana, con la mano salvadora de Suárez y la picardía de Abreu en los penales.
-El partido Sudáfrica-Uruguay.

-El partido Italia-Eslovaquia.
-La eliminación del antifútbol (Italia, claro)

-El partido Uruguay-Alemania.

-El gol de Iniesta en la final.

Premio Emotivo para...

Martin Palermo ¡Si, señor! ¡Gracias, Martin, por esas lágrimas!