El sol daba duro en la vereda y en cada rincón del barrio.
Pasé el almacén de Don Pascual, crucé la Plaza vibrante de chicharras, doblé la esquina de Marambio y Rio Branco y me lo crucé a Juanca que venía del club: -¡Qué calor, rulo! Parece que el sol te lo tiran con gomera... -me dijo al pasar.
Crucé con pasos cortos el patiecito delantero y me mandé por el pasillo de pintura descascarada. Entré a casa de Leocadio con un ¡permisooo! a media voz, y mientras enfilaba para el living donde un turbo ventilador movía el aire y refrescaba el ambiente, yo (cual protagonista de Sorpresa y media, aquel programa de TV) no imaginaba que esa tarde quemante escondía para mí una nueva estrella en mi firmamento rockero.
Al verlo, con sus ojotas ya abandonadas a un lado y despatarrado en su asiento favorito, apenas saludé al querido Leo y me acomodé en el otro extremo del viejo sofá. Deslizamos unos ya acostumbrados comenatrios sobre los goles de Messi y nos perdimos cortamente en disquisiciones varias sobre la situación nacional.
Una vez que acaparamos con posiciones relajosas, el sofá de verdes curvas, Leo me aprontó un mate y me dijo: -Tengo un disco para que escuches.
Tomé el calabacín misionero en mis manos mientras las arácnidas y largas manotas de Leo maniobraban su fonola, se oyó un mecánico tric trac y el placentero zumbido de una púa se delizó sobre un surco.
Mientras sorbía el caliente y verde líquido, como un Inodoro Pereyra junto a Mendieta en la caída de una tarde campera y serena, como un relámpago que parte a la mitad un tronco, un acorde denso como una gota de plomo fundido y una nota aguda de una cuerda estirada (estiradísima) sonando al unísono se clavaron en mi oreja e hicieron vibrar los parlantotes y todo el mobiliario en el amplio living de Leocadio.
-Suena a setentas -digo, y Leocadio asiente en silencio. Esto despierta mi curiosidad y más aún mi interés, haciendo que mis orejas se ensanchen para oir más y más (ya pareciendo dos platos para sopa)
Comíamos unos bizcochitos de grasa, pero lo que yo devoraba era cada sonido que brotaba de la fonola. Como pan de campo recién horneado (ese que al partirlo larga humito, ese) : la voz que cantaba "tonight there's gonna be trouble, some of us won't survive..." me gustaba y no me recordaba a nada que conozca, el riff que lo acompañaba, los punteos de la guitarra eran geniales, la batería y el bajo son perfectos!!
Pero.... ¿qué es esto, querido Leoooooooooo?
Me dice: -Esto es Thin Lizzy, este disco se llama Jailbreak, yo creo, su mejor disco. Es del año 76'.
Fueron pasando así Jailbreak, Angel from the coast, Running back, pasando por Cowboy song y Fight or fall y todas me resultaban grandes canciones, había ciertos arreglos que me recordaban a temas de Iron Maiden, Queen, y por sobre todas las cosas la banda tiene un swing que contagia y me hace pensar: ¿dónde estaba esta banda que jamás la escuché?
Leocadio reconoció enseguida un brillo de curiosidad en mi mirada, y arrancó con una mini biografía, a la que presté mi oído fiel .
-El trío -dijo- fue fundado en Dublin por Phil Lynott (1949-1986) cantante, bajista, letrista, compositor y arreglador, con Brian Downey en la batería y Eric Bell en la guitarra, quien estará presente en los primeros 3 discos y luego dejará su lugar a Gary Moore por poco tiempo. Finalmente llegará el guitarrista que le dará el sonido definitivo a la banda: Scott Gorham. La banda tiene claras influencias de Jimi Hendrix, Jeff Beck, The Who, Led Zeppelin pero su sonido es singular. Fijate bien -afirmaba señalando el parlante con su índice que parece un palo- este sonido, marcó sin dudas el camino del heavy metal clásico y el hard rock para siempre con riffs y machaques super filosos y estas "paradas" típicas del estilo. Hay muchas bandas que reconocen su influencia en sus composiciones.
Para mi gusto -continuó entusiasmado, como siempre seguro de que su oyente no perdía ni una sola letra de sus comentarios- la banda tiene una gran época desde mediados de los setentas (con Jailbreak 1976, por si no quedó claro) hasta finales de dicha década con Black Rose (1979) con el regreso de G.Moore, inclusive, después para mi gusto no es muy interesante su producción.
Así fue que al salir de casa de Leocadio esa tarde de verano, tomé carrerita e hice un clavado perpendicular y perfecto en las aguas de Thin Lizzy, y una vez hundido en sus metalíferas aguas nadé en busca de nuevas perlas y las encontré, claro. Esta vez sin la ayuda de un maestro (un Aquaman-Leocadio), sólo fui guiado por el sonido vivaz, intenso de este trío que me sedujo desde el primer acorde...
Corri a mi disquería amiga, a mi tienda de discos favorita y busqué al grito de: ¡Lo que tengas! ¡Lo que tengas de Thin Lizzy!
Vamos cerrando este humilde homenaje con un Top 5 de discos de la banda para que tengan en cuenta:
Jailbreak (1976)
Una joya sin desperdicio.
Si no le gusta este, amigo,
no insista: no le gusta Thin Lizzy.
Con clásicos como
"The boys are back in town",
"Jailbreak",
la genial "Cowboy song",
o mi favorita "Fight or fall" escuchen ("chelo Marcelo, chelo, Marcel")
10 orejas
Si no le gusta este, amigo,
no insista: no le gusta Thin Lizzy.
Con clásicos como
"The boys are back in town",
"Jailbreak",
la genial "Cowboy song",
o mi favorita "Fight or fall" escuchen ("chelo Marcelo, chelo, Marcel")
Fighting (1975)
Si les pica el bicho, sigan con esta,
otra gran obra del rock. Con una portada
al mejor estilo The Warriors (Walter Hill, 1979),
otra gran obra del rock. Con una portada
al mejor estilo The Warriors (Walter Hill, 1979),
8 orejas
Vagabonds of the Western World (1973)
Es para mi gusto el mejor disco con Eric Bell en la banda.
A prestar especial oído a temas como: The Rocker,
Little girl in bloom o la poderosa Little darling.
En muchos de estos temas
se notan sus influencias "hendrixianas"
evidentes en: Vagabonds of the...
8 orejas
A prestar especial oído a temas como: The Rocker,
Little girl in bloom o la poderosa Little darling.
En muchos de estos temas
se notan sus influencias "hendrixianas"
evidentes en: Vagabonds of the...
Bad reputation (1977)
Y si siguen con este,
es que ya están infectados
por el bacilo de Thin Lizzy.
Disfrutenló, es bueno también.
7 orejas
Y si siguen con este,
es que ya están infectados
por el bacilo de Thin Lizzy.
Disfrutenló, es bueno también.
Live and dangerous (1978)
Para saber como sonaban en vivo, vale la pena.
7 orejas
Y a continuación, unas piezas para degustar:
Aquí, el sonido no es de lo mejor, pero se los puede ver a todo motor sobre el escenario haciendo uno de sus clásicos, The boys are back in town:
Y acá les dejo esta otra Cowboy song:
